Durante los días previos, el señor Enrique Fernández se ha jactado por activa y por pasiva (creo que le ha faltado ponerlo en la megafonía del mercado de pescados) de acusar a nuestro presidente de haber urdido un auténtico pucherazo durante la comida del club para robarle sus puntos de Hornachuelos.
Preocupado, el presidente consultó el diccionario y, a pesar de que ningnua de las acepciones del término pucherazo se ajustaba a lo que Enrique quería decir, haciendo caso omiso del desconocimiento de éste de la lengua de Cervantes y aplicando aquello de que a buen entendedor pocas palabras (aunque erradas) bastan, ha decidido atajar esto de una vez por todas.
Pese a que la retirada de esos puntos fue sometida a voto democrático, el presidente, en un acto más en el que mostrará su basta magnanimidad y con el único objetivo de que su nombre no se vea envuelto en palabras malsonantes (y erradas). Para mantener impoluta su honorabilidad y su buen hacer, ha decidido, haciendo uso del poder que le otorga su cargo, conceder los puntos de Hornachuelos a Enrique.
Con eso, las clasificaciones quedan actualizadas y será mañana, en la tradicional carrera de SAN SILVESTRE, donde se dirima el campeón de este polémico 2011.
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