La cena de Navidad empezó con tensión porque por primera vez en la corta Historia del club, llegábamos a ésta sin un claro ganador. Con lo que no hubo calcetines ni felpas. Lo que sí hubo fue una agria discusión sobre los puntos de Hornachuelos. De un lado, Enrique defendía que los merecía. Del otro, el presidente, al que más que a nadie le hubiera gustado computar unos puntos sudados sobre el asfalto, dijo que en aras del espíritu colaboracionista del club, no podía conceder unos puntos sobre una carrera sobra la que no se había hecho la correspondiente crónica, y se había mandado tarde y mal el archivo fotográfico y el registro de tiempos. Ante la falta de acuerdo, se optó por lo más razonable, someter a votación el asunto.
Por abrumadora mayoría, ganó que esos puntos no computaran, lo que confiaría a la San Silvestre la disputa por el campeonato de este año. Después, de manera más somera se tocaron de refilón otros temas que imagino habrá que consensuar en los próximos días. Tales como:
- Hay que reestructurar el calendario
- Hay que revisar el sistema de puntos
- No deben computar carreras fuera del calendario
etc etc
Después, el vino corrió como si fuera a acabarse y como es lógico empezó a nublarse el entendimiento y a quedar todo en un más que merecido segundo plano.
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