La tradicional carrera de los trinitarios venía marcada por la programada ausencia del Excelentísimo Presidente y su consorte, obligados por tener que atender compromisos sociales en la vecina capital andaluza. Con esta irreparable pérdida, el resto de corredores del club se lanzaron a por los primeros puntos de la temporada.
Así, reapareció Enrique, a quien todavía le escuece (y parece que lo hará por mucho tiempo) la manera en la que perdió el campeonato pasado, y lo hizo con un tiempo espectacular, dispuesto a dejar claras sus intenciones de este año. El abogado compareció sumido en un mar de dudas y excusas, como en él suele ser habitual y aunque en esta ocasión no le alcanzó para ganar, sí que está en un punto de forma razonable teniendo en cuenta que la competición acaba de empezar y que, como él bien trata de resaltar siempre, esto no es como empieza si no como termina.
Punto y aparte merecen nuestro particular trío de desvalidos (en esta ocasión casi un cuarteto). Juan Luis llegó acompañado de Ana, bien abrigaditos, como si la carrera fuera a ser en Siberia en vez de en el Marrubial, y se preparó para su habitual sufrimiento por vía de esa maltrecha rodilla. Aguantó como siempre, como un campeón, aunque en esta ocasión se lo pusieron fácil las compañeras Paqui "nohaycarreraenlaquenomeduelaalgo" y Cande "llevounmontondemesessincorrer", que flanquearon su sufrida estela durante todo el recorrido. Mención especial para ellas, sobre todo para Cande, que vuelve, esperemos, de una vez para siempre.
Rafa García Leva no pudo correr por seguir convaleciente de su lesión, aunque ya tenemos buenas noticias y parece que estará de nuevo en las pistas más pronto que tarde.
Juanma sigue missing con el fútbol. Creo que ya es hora de que cumpla un poquito con sus compañeros del Atletismo.
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