Crónica cortesía de Rafa Muriel...
>>>>
El resumen de esta carrera puede tener dos vertientes: la interna propia de la prueba y la otra…
Había quedado con Rafa Leva cerca de Mercacórdoba a las 9:15 h de la mañana para trasladarnos a Espejo. A las 10:30 se dio la salida y los dos miembros del club dejamos de vernos hasta la llegada (bueno, realmente yo estuve viendo a Rafa Leva durante un minuto más o menos. Él no me vio en toda la carrera., salvo que hubiera girado el cuello 180º).
Trascribo unas líneas del periódico digital “Minuto 90”: La cuarta edición de la Media Maratón Villa de Espejo se saldó con un total de 133 corredores, de los que 10 fueron mujeres, que estrenaron un nuevo circuito, que fue catalogado de muy duro por los participantes y que incluía, aparte de la subida al castillo de esta localidad, duras rampas con subidas y bajadas, combinando asfalto y aproximadamente un 30% de tierra, a lo que se unió una alta temperatura.
Para el que no lo sepa, (o no se acuerde ya), os recuerdo que una media maratón son 21,097 Km. (En este caso con duras cuestas, muchas piedras y un calor asfixiante). Cuando me encontraba atacando las últimas rampas (algunas cercanas al 20%) de la llegada a las calles de Espejo, me preguntaba por qué me había inscrito de forma voluntaria en semejante tormento. (es lo más parecido que he visto a una inmolación). No era capaz de encontrar una respuesta con un mínimo de lógica.
A veces las cosas pasan porque tienen que pasar. Así de sencillo. Nunca imaginé que mi esfuerzo iba a tener las consecuencias que tuvo.
Habíamos estado observando con cierta envidia, en la salida, a los equipos Califas, Trotasierra, Atletismo Cordobés, Coche Escoba, etc.. con sus habituales sesiones de fotos. Una media de diez o quince corredores por cada club.
C.A.Mercacórdoba C.V. o lo que es lo mismo, Rafa Leva y yo, (1+1=2), poquitos, pero muy orgullosos de lucir nuestros logos. (Rafa Leva se mete la camiseta por dentro del pantalón para que se le vea mejor el logo (del club, no el logo de abajo).
El caso es que aquel día me había levantado en un club moribundo. (dos participantes: el campeón de la pasada temporada y el novato. –el campeón es el que suscribe, para el que no lo sepa todavía-).
Hoy me encuentro escribiendo una crónica para un equipo que se ha inscrito casi al completo en La Albaida. Un equipo ilusionado, con ganas. Y todo gracias al empuje y al ánimo que solo sabe trasmitir vuestro campeón. He vuelto a poner la clasificación “patas arriba”. He vuelto a despertar vuestros corazones. Aquí estoy, no me había ido. Otra vez luciendo el maillot amarillo.
Sabéis perfectamente que a mi me da igual ganar o perder. Mi verdadera satisfacción reside en ver animados e ilusionados a mis compañeros. Un verdadero placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario