María Auxiliadora o la lucha continúa

En María Auxiliadora había varias incógnitas que discernir. Empieza la época de comuniones y feria y eso trae como consecuencia el bajón físico de los miembros más golfos del club. 

Haciendo honor a su fama, Muriel llegó sobre la hora, casi sin tiempo para echarse la foto y semidesnudo. Entendemos que no ir con la equipación oficial, amén de costarle cinco puntos a quien lo haga, es ir en cierta forma desnudo.

Enrique llegó como siempre, con una batería de excusas, poniendo vendas antes de la herida y por un momento, el presidente lo hizo reaccionar diciéndole: Solo te falta decir ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? para ser igualito que un entrenador llorón de cuyo nombre no quiero acordarme (por tal de no pronunciarlo). En honor a la justicia, hay que decir que aquello fue como una sacudida para nuestro compañero, y que se juró interiormente no volver a llorar en público ni una sola vez, aunque solo fuera por evitar tan odiosa comparación.

Por lo demás, la carrera no tuvo mucha Historia:

- Enrique retomó la senda del triunfo tras aumentar el ritmo de una manera brutal en los últimos dos kilómetros.

- El presidente trató de aguantar, desde el principio se vio con opciones de triunfo, pero la realidad es que no pudo con el ritmo final de Enrique y entró a la mano con Muriel, que pagó sus excesos de mayo y que rebasó al presidente en la línea de meta. Deferencia por la pérdida posterior de puntos que se iba a obrar.

- Las féminas siguen con su particular e interesante lucha y en esta ocasión fue de nuevo Isabel quien se llevó el gato al agua. Esperemos que sigan así y podar glosar sus hazañas con más detenimiento en crónicas venideras.

- Juan Luis siguió como una hormiguita recogiendo sus puntos y terminando sus carreras. Como tiene que ser.

Quedan actualizadas las clasificaciones y las fotografías.