Al borde de la medianoche del sábado y mientras daba cuenta de una botella de Barceló en Chiclana de la Frontera, el presidente recibió un sms que confirmaba la noticia.
El abogado está dispuesto a vender cara la derrota, por lo que se plantó en solitario en Belalcázar para recortar unos cuantos puntitos y acercarse más a la cabeza. Lo realmente espectacular no fueron los puntos recortados, si no el tiempo en carrera. En un recorrido escarpado de 7 kilómetros, Rafael paró el crono en 30:20, lo que significa un endiablado ritmo de 4:20 el km.
Con la nocturna Ciudad de Córdoba a la vuelta de la esquina, nuestro particular abogado da un aviso a navegantes y deja claro que la victoria va a estar más cara que nunca.
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