29 de noviembre de 2010

Media Maratón de Córdoba

Después de una prolongada sequía de competición, llegó la carrera más tradicional del año: la media de Córdoba. Por motivos varios, la cuota de participación se vio bastante menguada, pero los compañeros que no pudieron correr colaboraron en la medida de sus posibilidades dando apoyo logístico y moral. Eso es muy importante que no se pierda.



Amaneció un día extraordinario, lo que era una bendición después del aguacero que soportamos el año pasado. El presidente y el abogado se iban a batir en un duelo descafeinado, ya que la recién estrenada paternidad ha tenido distraído a nuestro mandatario durante los últimos meses y ha perdido su ritmo de entrenamiento, algo que el abogado ha aprovechado para consolidar su buen estado de forma y asaltar de forma definitiva el liderato del año en este último tramo.

Acudió Juan Luis para inmortalizar el momento con una cámara digna de exploradores espaciales, que ha dejado esas fotos de calidad excelsa que compartimos aquí con todos. También Paqui, que acudió como siempre para confraternizar y apoyar a los compañeros y Enrique, que llegó tarde, tal vez dolido porque una inoportuna lesión le ha privado de correr la carrera para la que había enfocado su temporada. Afortunadamente pudo desquitarse con la media de Almodóvar. Cuando ya todos creíamos que a Cande se la había tragado la tierra, apareció tan guapa como siempre para ofrecer su inestimable apoyo logístico en bici durante toda la carrera. Hasta nuestra señora presidenta se dejó ver en la meta con el pequeño Darío para animar a los compañeros.

De la carrera, en esta ocasión, poco que contar. Rafael, con sus ya habituales achaques (esta vez creo que era el gemelo) y con sus atracones de la noche de antes, firmó un registro excelente, tal vez una de sus mejores tiempos en la media. El presidente, que contó con un galgo de lujo en la carrera (Antonio, vuelve ya), pensaba que estaba haciendo un tiempo buenísimo, lo que no sabía es que estaba siendo vilmente engañado por el sistema de medición que el abogado le recomendó hasta la saciedad y que le marcó la friolera de un kilómetro y medio de más en la carrera. Así que cuando entró al estadio, pletórico porque pensaba que estaba rodando en un tiempazo, y vio que el reloj de carrera marcaba 1:59, inició un lamentable esprint que le salvara la honra de correr por debajo de las dos horas. Al menos pudo acabar, que también es lo importante.

Ahora que el niño ya ha nacido, pronto volverá a la senda de la competitividad. Después de liderar durante buena parte del año la clasificación, se encuentra muy dolido porque las circunstancias le hayan privado una vez más de nuestro triunfo en la general. El año que viene promete pelea aunque es consciente que la victoria estará más reñida que nunca.


Como siempre, se pueden consultar las clasificaciones y las fotos de la carrera, que ya están actualizadas.